Para lograrlo un traumatólogo especializado valora al paciente desde un enfoque global y personalizado, centrándose tanto en sus dolencias del aparato musculoesquelético , como en posibles lesiones deportivas así como prevención de patologías degenerativas.
Después de un diagnóstico preciso se prescribe una terapia personalizada para cada caso en concreto. La ventaja de todas estas innovadoras técnicas es que se usan células autólogas (del propio paciente ) por lo que no existe la posibilidad de rechazo. Es como fabricar una propia medicina para cada paciente con la capacidad de regenerar y no dañar: personal e intransferible.
En la mayoría de casos estos tratamientos se realizan de forma ambulatoria y pueden ser usados de manera aislada o asociados a un tratamiento quirúrgico mínimamente invasivo y/o rehabilitador, llegando a mejorar y resolver muchas patologías musculoesqueléticas sin la necesidad de someterse a agresivas cirugías.