La belleza sí importa, según la ciencia

¿Hasta qué punto el ser físicamente atractivos nos puede llevar a la cumbre del éxito en la vida? Según la ciencia, la belleza sí importa, y mucho.

Lo cierto es que el concepto de belleza, aparte de ser subjetivo, es complejo y misterioso.

Dentro del campo de la neurociencia, numerosos científicos e investigadores de todo el mundo han realizado diversos estudios acerca de los procesos estéticos y la actividad cerebral como respuesta.

Pero, ¿por qué se cree que la belleza sí juega un papel importante?

Empecemos por la selección reproductiva. La ciencia ha demostrado que la belleza tiene un papel fundamental en la elección de parejas sanas y libres de enfermedades. Sin embargo, en este punto el concepto de belleza es subjetivo, pues las preferencias de unos y de otros dependen de aspectos muy complejos y difíciles de desentrañar. Lo que sí se ha demostrado es que las preferencias estéticas van mucho más allá del aspecto cultural e histórico. Los bebés, por ejemplo, parece ser que se sienten más cómodos con aquellas personas cuyo rostro es juzgado como bello. En el cerebro suceden muchas cosas cuando estamos ante algo bello, ya sea una persona, un animal, una obra de arte o un elemento de la naturaleza, y también cuando estamos frente a algo que no lo es. Los estudios sugieren que las caras atractivas, por ejemplo, iluminan una red cerebral relacionada con la recompensa y no es una región en específico la que está involucrada en estos procesos, por el contrario, existe una actividad neuronal compleja y distribuida en el cerebro y se ha distinguido que gran parte de estos circuitos de recompensa son los mismos que responden al sexo y las drogas.

Desde los años 90, y tras muchos estudios sobre la belleza, se han identificado tres cualidades que se asocian a ella: simetría, dimorfismo sexual y medianía.

Estudios científicos han revelado que aquellas personas que son más atractivas físicamente son percibidas por los demás como mejores personas y más confiables. Por este motivo es normal que encontremos en puesto de alta responsabilidad a personas con un cierto atractivo, ya sea en política o en el mundo de la empresa y los negocios. El mundo de los influencers ahora mismo sería otro ejemplo: gente joven y bella estéticamente que consigue miles y miles de seguidores cada día y a los que pagan grandes cantidades de dinero a cambio de publicidad. Lo mismo ocurriría en el mundo del séptimo arte o en el mundo de la moda, en los medios de comunicación y en las diferentes plataformas audiovisuales: la belleza es un plus.

Esta «obsesión por la belleza» también ha llevado a la sociedad a la frustración y al sufrimiento intenso, a la falta de autoestima, al no reconocerse en esos cánones tan exigentes e irreales. Problemas afectivos, depresión, trastornos de alimentación y problemas psicológicos de diversa índole son protagonistas en esta sociedad del siglo XXI donde la belleza sí parece que importa. Lo cierto es que el atractivo físico, según la ciencia, parece estar demasiado ligado a la dignidad personal, es por ello que algunas personas sensibles deben acudir a tratamientos personalizados para fortalecer su autoestima y aceptarse tal y como son.

Fuentes:

https://www.nature.com/

https://hipertextual.com/

Visita: https://www.bluehealthcare.es/area-longevity/unidad-medicina-estetica/belleza-y-estetica-facial/

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