ECG de Holter

Dr. José Luis Palma
Cardiólogo
Unidad de Cardiología Blue Healthcare

Un monitor Holter es un dispositivo portátil pequeño que registra todos los latidos cardiacos que un individuo, en régimen ambulatorio, tiene durante 24, 48 horas o tal vez más días.  El médico utiliza la información obtenida con el monitor Holter para determinar si existe algún problema con el ritmo cardíaco. Si un ECG de reposo no consigue captar los latidos cardíacos irregulares aparecidos esporádicamente o ciertos episodios anginosos o mareos o síncopes de origen indeterminado el médico puede solicitar un ECG de Holter para establecer un diagnóstico de certeza.

El ECG de Holter es una prueba exenta de riesgos. Para los que tienen una dermis muy sensible puede aparecer una cierta irritación en los puntos donde se conectan los electrodos

Hay que evitar mojar el monitor Holter porque se dañarían sus sistemas internos y se perdería toda la información acumulada.

Los monitores de Holter no suelen verse afectados por interferencias electromagnéticas con otros dispositivos eléctricos. Sin embargo, conviene evitar los detectores de metales, imanes, hornos microondas, mantas eléctricas, afeitadoras y cepillos de dientes eléctricos mientras lo use, ya que estos dispositivos pueden interrumpir la señal desde los electrodos hasta el monitor Holter. Asimismo, los teléfonos móviles y reproductores de música portátiles conviene distanciarlos unos 15 cm del monitor, por las mismas razones anteriores.

Preparación.

Dúchese antes de la consulta, salvo que el médico le indique lo contrario. La mayoría de los monitores no pueden ser retirados y deben permanecer secos una vez que comienza el control.

Un técnico le colocará bien 3, 5 o 7 electrodos en el tórax (fijados con pegatinas) que quedará unidos por latiguillos de conducción eléctrica a un cable colector, el cual será, a suvez, conectado al monitor Holter. Estos electrodos son aproximadamente del tamaño de una moneda de 2 euros. Los hombres muy velludos, deberían rasurarse justo la zona donde van a colocarse los electrodos para asegurar su adhesión.

En un diario, se le pedirá que anote todas las actividades que realice mientras lleve puesto el monitor. Es de especial importancia registrar en el diario cualquier síntoma como palpitaciones, interrupciones en los latidos del corazón, falta de aire, dolor en el pecho, aturdimiento, mareos, etc, así como las horas de reposo, actividad y sueño. Una vez que le coloquen el monitor y haya sido plenamente informado de las instrucciones sobre cómo llevarlo, podrá volver a retomar sus actividades normales. Al día siguiente, a la hora fijada, debe volver al centro médico para que le sea retirado el equipo.

El monitor Holter no produce dolor ni es invasivo. Puede ocultar los electrodos y los cables debajo de la vestimenta, y puede enganchar el dispositivo de grabación al cinturón o llevarlo sobre el pecho como un relicario. Una vez que el monitor comience a funcionar, no lo manipule. Deberá llevarlo en todo momento, incluso durante el sueño. Se trata, en definitiva, de conocer el comportamiento de su corazón en una jornada habitual.

Una vez retirado, el equipo Holter es conectado a un ordenador convencional donde, mediante un programa específico, se procede a la descarga de la información almacenada en una memoria interna para hacer un primer análisis automático que será posteriormente verificado por el cardiólogo para establecer un diagnóstico exacto de las posibles anomalías detectadas.

Detectores portátiles de arritmias.

Con frecuencia, las arritmias cardiacas suelen tener una presentación errática e imprevista. Esto supone una limitación para su detección y clasificación cuando buscándolas mediante un Holter de 24 o 48 no aparecen.

Para obviar ese inconveniente, se disponen de detectores portátiles de arritmias, de muy bajo peso y tamaño, que el paciente porta siempre consigo mismo. Ante la presencia súbita de arritmias que él percibe como palpitaciones, falta de latido cardíaco, mareo intenso o dolor torácico, el paciente apoya sus dedos índice y medio de ambas manos sobre una placa metálica desde donde se registra el ECG en 1 o 6 canales los cuales son transmitidos por vía inalámbrica a una App de su teléfono móvil donde el trazado queda registrado y almacenado. A partir de ahí, el paciente conecta telefónicamente con su médico o con un centro de atención telecardiológica donde reciben el trazado tomado por el propio paciente y donde queda registrado.

A partir de ahí, el médico analiza el ECG e inmediatamente toma contacto directo con el paciente para informarle sobre la trascendencia del evento detectado proponiéndole, además, la actuación terapéutica más oportuna.

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