ECG de esfuerzo (ergometría)

Dr. José Luis Palma
Cardiólogo
Unidad de Cardiología Blue Healthcare

Una prueba de esfuerzo, también conocida como «ergometría», muestra el comportamiento del corazón durante la actividad física. Debido a que el ejercicio hace que el corazón bombee con más fuerza y más rápido, una prueba de esfuerzo puede revelar problemas con el flujo sanguíneo dentro del corazón que no suelen aparecer en el ECG de reposo.

En general, una prueba de esfuerzo consiste en caminar sobre una cinta rodante o pedalear en una bicicleta fija mientras se vigila el ECG, la presión arterial y, eventualmente, el consumo de oxígeno.

El médico podría recomendar una prueba de esfuerzo si tiene signos o síntomas de una enfermedad de las arterias coronarias o un ritmo cardíaco irregular (arritmia). La prueba también se puede utilizar para guiar las decisiones terapéuticas; medir la eficacia del tratamiento o determinar la gravedad de un diagnóstico previo, sea por arritmias, sea por cardiopatía coronaria o por insuficiencia cardiaca.

Indicaciones principales

  • Confirmar el diagnóstico de una enfermedad de las arterias coronarias.Las arterias coronarias suministran sangre, oxígeno y nutrientes al corazón. La obstrucción arterioesclerótica de estas arterias disminuye el flujo de sangre al miocardio pudiendo derivar en angina de pecho e infarto. La ergometría anuncia de modo precoz esa posibilidad.
  • Diagnosticar problemas en el ritmo cardíaco (arritmias).La ergometría puede detectar tanto arritmias hiperactivas (taquicardias) como hipoactivas (bloqueos cardíacos) cuando el rendimiento del corazón se somete a un esfuerzo extremo.
  • Guiar el tratamiento de los trastornos cardíacos. La prueba de esfuerzo puede ayudar a su médico a descubrir si el tratamiento prescrito está o no funcionando correctamente.  En tal sentido, el cardiólogo puede usar la prueba de esfuerzo para ayudar a determinar el momento de una cirugía cardíaca, una revascularización miocárdica con puentes venosos o arteriales, reemplazo de una válvula u otro tipo de cirugías más complejas.
  • Como una variante de la ergometría, su cardiólogo puede solicitarle que esa prueba de esfuerzo se realice con sustancias que inyectadas simultáneamente en la sangre determinen más detalladamente las áreas más afectadas del corazón isquémico.

Riesgos

Por lo general, las pruebas de esfuerzo son seguras, y las complicaciones son poco frecuentes. No obstante, como con todo procedimiento médico, existe un riesgo de presentar complicaciones, como las siguientes:

  • Presión arterial baja. La presión arterial puede caer durante el ejercicio o inmediatamente después de este. Este problema desaparece después de dejar de hacer de ejercicio. Una caída significativa de la presión arterial es un signo de mal pronóstico.
  • Ritmos cardíacos anormales (arritmias). Las arritmias ocasionadas por una prueba de esfuerzo suelen desaparecer poco después de terminar los ejercicios. Por el contrario, algunas se presentan durante la prueba.
  • Ataque cardíaco (infarto de miocardio). Si bien es muy excepcional, es posible que una prueba de esfuerzo provoque un ataque cardíaco (angina y/o  infarto agudo de miocardio).

 

Preparación.

El personal médico y de enfermería le dará instrucciones específicas sobre cómo prepararse para la prueba de esfuerzo.

1.- Alimentos y medicamentos:

No es conveniente comer, tomar café, té, alcohol o fumar 2 horas antes de la prueba. Conviene consultar al médico sobre la conveniencia de continuar o suspender la medicación de uso habitual. Algunos medicamentos, como los betabloqueadores, pueden alterar los resultados. Si usa inhaladores para el asma u otro tipo de problemas respiratorios, llévelo consigo y advierta de ello al personal médico que le hace la prueba.

Ropa y elementos personales

Vista ropa cómoda. Tenga en cuenta de que va a hacer un ejercicio ocasionalmente intenso. Unas buenas zapatillas de deporte son fundamentales.

Duración de la prueba:

Aunque la prueba de esfuerzo no dura más de 15 minutos, el tiempo total será de unos 45 minutos, incluido el tiempo de preparación y el de recuperación tras ejercicio en el que el equipo médico seguirá atentamente su evolución. La prueba sola lleva, aproximadamente, 15 minutos.

Durante una prueba de esfuerzo

Un miembro del personal de enfermería o un técnico le colocará parches adhesivos (electrodos) en el pecho, las piernas y los brazos. Es posible que le rasuren algunas áreas para ayudar a que se adhieran mejor los parches. Los electrodos tienen cables conectados a una máquina de electrocardiograma, la cual registra las señales eléctricas que desencadenan los latidos del corazón. Un brazalete en el brazo controlará la presión arterial durante la prueba.

Es posible que, para ciertos diagnósticos, en especial para evaluación de deportistas, le pidan que respire mediante un tubo unido a una mascarilla plástica durante la prueba para determinar la función respiratoria y el consumo de oxígeno durante el pico máximo de esfuerzo.

En algunos pacientes que no pueden realizar ejercicio físico, la prueba de esfuerzo puede hacerse en reposo inyectando sustancias que aumentan el flujo sanguíneo al corazón y así observar su comportamiento.

La prueba de esfuerzo se detiene por 3 razones:

1.- Cuando se alcanza la frecuencia cardíaca máxima prevista, que se calcula restando de 220 la edad del paciente. Es decir, un paciente de 60 años, debería de alcanzar al menos el 85% de una frecuencia cardíaca tope, lo que supone 136 latidos por minuto.

2.- Por presencia de síntomas de alerta como angina de pecho, mareo, falta de aire, presión arterial superior a 240 mmHg, o caída paradójica de la misma, todo acompañado de alteraciones electrocardiográficas significativas. También si aparecen trastornos electrocardiográficos severos aún sin síntomas acompañantes.

3.- Por cansancio e intolerancia al ejercicio. El paciente puede pedir suspender la prueba en cualquier momento.

Vigilancia tras una prueba de esfuerzo

La prueba no finaliza bruscamente, sino que el equipo médico va enlenteciendo progresivamente la velocidad de la cinta rodante hasta su completa detención mientras usted sigue caminando despacio. Tras eso, le pedirán que se acueste en una camilla durante un tiempo (breve) necesario para la vuelta a su estado previo a la ergometría. Durante esa fase le seguirán vigilando su ECG y la presión arterial.

Prueba de esfuerzo con gammagrafía. En determinadas circunstancias, la prueba de esfuerzo puede ser realizada inyectando en la vena del antebrazo sustancias con actividad nuclear (pirofosfato de tecnecio 99) cuya afinidad por el tejido cardíaco sano pone de manifiesto, por contraste, las otras zonas del corazón donde se detecta selectivamente la isquemia miocárdica.

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