Vivimos tiempos de crisis sin precedentes para la mayoría, noveles de la gestión del estrés en esta dimensión. Puede resultar fácil, por tanto, caer en un estado de pánico generalizado, más allá de la pandemia objetivable, que nos conecte directamente con la parálisis limitante del efecto “panicodemia”.
¿Y si no fuera así? Tal vez pueda ser el momento de transformar esta situación en grandes aprendizajes vitales, de plantearnos cuán férreos creíamos estar en la certeza de un control onírico. Quizá sea tiempo para vivir la incertidumbre de lo que es nuestra Vida en sí misma. Una incertidumbre que nos ofrece vivirla en términos de acción, desde la confianza y la puesta en marcha de nuevas respons-habilidades, o habilidades para dar nuevas respuestas, de aquello de lo que está en tus manos y sí puedes hacerte cargo. Y es que buscar una solución a cada problema no se llama positivismo… se llama talento. Es hora de cultivar nuestro talento innato y potencial de desarrollo humano, con la mejor de las aptitudes y actitudes. Condimento esencial para lograr la altitud que a menudo visionamos. Y aquí llega mi pregunta: ¿cómo vas a transformar esta crisis en tu reto?
Te invito a parar un instante… Enfócate en tu corazón e inspira… Siente cómo el tórax se expande, disfruta la sensación física de bienestar real dentro de tu pecho… Ahora exhala… Observa cómo fluye el aire, sin esfuerzo… Vuelve a inspirar contando hasta 5, como si olieras una flor… y de nuevo suelta ese aire contando 1,2,3,4… y 5. Repite esta cadencia durante 3 minutos, sin prisa; tómate tu tiempo, ¡disfrútate! Y vuelve a realizar este sencillo ejercicio las veces al día que sientas necesarias. De este modo, podrás comenzar a generar el “estado de coherencia”, de homeostasis dinámica entre tu corazón y tu cerebro, que te permita una intensa conexión contigo mismo en el aquí y ahora. En este momento estás en las mejores condiciones de diseñar tu reto… y el plan de acción para alcanzarlo.
¿Qué te está impulsando en esta toma de decisión? ¿Cuál es tu grado de compromiso con el plan de acción? ¿Qué ganarías si lo consigues? ¿A qué estarías dispuesto a renunciar? ¿Qué vas a hacer diferente para alcanzarlo? ¿A quién vas a pedir que te acompañe?
Estas son algunas de las nuevas preguntas que puedes hacerte durante estos días de confinamiento, desde un lugar donde las dudas y todas las emociones están legítimamente permitidas, donde la conexión sea la base de una comunicación efectiva y donde los silencios se tornen cómodos, generando la escucha interior y el espacio para amar al otro, como legítimo otro. Porque “no eres lo que te ha pasado, eres lo que eliges ser”.
Ojalá ésta sea una época inolvidable para todos, no sólo por el COVID-19, sino también por los grandes aprendizajes transformacionales, los cambios de observador y el aumento de la resiliencia de cada uno de nosotros.
Y por favor, Quédate en casa, recuerda que no sólo es importante cuando “haces”…sino también cuando “dejas de hacer” aquello que nos aleja del bien común. Sólo tú puedes hacer que en esta primavera del 2020 florezca la solidaridad de una forma auténticamente genuina: con la sol-i-dar-idad, llena de luz (sol) y generosidad (dar). Gracias por querer cuidarte, por cuidarnos, por ser una contribución para todos, por “estar en coherencia” abrazando con ganas tu cuerpo y el mundo que estás creando, por disfrutarte y hacer que el resto lo hagamos también. Gracias por poner definitivamente el foco en tu Salud y no en la enfermedad. Gracias por centrar plenamente tu atención en el mejor de los retos: la optimización global de tu estado de bienestar, por el que todos los profesionales trabajamos y te acompañamos cada día en Blue Healthcare.
Por la Dra. María José Vargas
Más información en el 91 999 17 70 o en info@bluehc.es
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