Tener niños pequeños encerrados en casa puede suponer un auténtico desafío. Es la primera vez que, como padres, nos enfrentamos a una situación así, tan intensa, y es normal que a veces no sepamos cómo manejarla. El no poder salir a la calle, la falta de ejercicio físico al aire libre y el aburrimiento van a provocar más tensiones y peleas entre hermanos, cambios de humor, rabietas, más rebeldía en general, nerviosismo e incluso alteraciones en el sueño.
Pero para empezar debemos de ser transparentes y explicarles a los niños la situación en función de su edad y nivel madurativo. Al mismo tiempo, debemos protegerles de la sobreinformación, bulos y alarma social injustificada. Si muestran preocupación, debemos escucharles y tranquilizarles; explicarles que la situación que vivimos es pasajera y que todo volverá a la normalidad. Asimismo, explicarles que con su aislamiento protegemos su salud y la de los demás, que mucha menos gente se pondrá malita y que ayudarán a los hospitales y sanitarios a hacer su labor, ¡hazles sentir importantes!
Te aconsejamos que intentes organizar el tiempo de los niños y establecer unas rutinas que puedan seguir, con horarios y diciplina. Eso les ayudará a sentirse menos aburridos y el tiempo pasará más rápido. Hazles participar en las tareas del hogar, deja que te ayuden a cocinar y a limpiar; ínstales a que mantengan su habitación o cuarto de juegos ordenado. Y, por supuesto, oblígales cada día a ducharse y vestirse, de forma que no se pasen el día entero en pijama.
Permíteles que expresen sus emociones y practica la escucha activa; dependiendo del día, van a llevarlo mejor o peor. Es importante que estés ahí cuando muestren rabia o frustración. Muéstrate emocionalmente disponible para ellos, precisamente este es un momento en el que van a necesitar más cariño y atención que nunca, debes armarte de paciencia y tratar de ser comprensivo. Pero, para no sobrecargarte, trata también de tener tus espacios de calma.
A través de videoconferencias, mantén el contacto con amigos y familiares. Esto ayudará también a los niños a no sentirse solos y desconectados, y puede ser muy tranquilizador para ellos.
Busca actividades que estimulen su creatividad, a través del dibujo, la música, los recortes, manualidades y plastilina… Esto puede ayudarles a canalizar sus emociones. Permíteles también ver la televisión y no te agobies si la ven un poquito más de lo normal, pues es una situación excepcional.
Hacer ejercicio en familia también puede ser muy divertido para todos. Busca pequeñas coreografías, bailes… podéis saltar… o incluso realizar actividades de mindfulness o relajación.
Evita ver las noticias con ellos, pues podrían tener un impacto psicológico negativo, sobre todo los más sensibles. Por el contrario, trata de darles mensajes positivos y explícales que hay muchas personas buenas que están ayudando en todo esto para que pronto pase: profesionales sanitarios que atienden a todo el mundo, voluntarios que se ofrecen a ayudar a personas mayores, países que nos ayudan a salir de la crisis…
En términos generales, aconsejamos ser más flexibles y tolerantes con sus conductas, sin olvidarnos de los límites y normas básicas. No olvidemos que estamos viviendo una situación excepcional que a todos nos afecta.
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